El nacionalismo se intensifica: ¡Tailandia y Camboya al borde de la guerra!

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El artículo analiza el nacionalismo y el conflicto fronterizo entre Tailandia y Camboya, destacando sus raíces históricas y las tensiones actuales.

Der Artikel analysiert den Nationalismus und den Grenzkonflikt zwischen Thailand und Kambodscha, beleuchtet historische Wurzeln und aktuelle Spannungen.
El artículo analiza el nacionalismo y el conflicto fronterizo entre Tailandia y Camboya, destacando sus raíces históricas y las tensiones actuales.

El nacionalismo se intensifica: ¡Tailandia y Camboya al borde de la guerra!

La relación entre Tailandia y Camboya es complicada y está cargada de una historia más profunda de lo que muchos creen. Las primeras tensiones y disputas territoriales sobre la frontera siguen siendo un tema candente hoy en día, a medida que las corrientes nacionalistas ganan impulso en ambos países. Un informe reciente de la BBC señala que el ascenso del nacionalismo se puede ver no sólo en la política, sino también en las redes sociales. Parece como si la cohesión nacional que una vez existió entre tailandeses y camboyanos se hubiera evaporado en un conflicto interno que ahora está dividiendo a la propia Tailandia.

El conflicto tiene su origen en disputas territoriales que se remontan a la dinastía jemer entre los siglos VII y XIV. Este legado histórico es utilizado de manera significativa por los actores políticos para promover la identidad nacional y distraer la atención de los problemas políticos internos. El senador tailandés Angkhana Neelapaijit expresó su preocupación en un programa de entrevistas sobre el papel de los influyentes políticos en la política fronteriza, destacando cuán profundas son las tensiones. En Camboya, el gobernante Partido Popular Camboyano (CPP), bajo el mando del primer ministro Hun Sen, está utilizando el nacionalismo como herramienta estratégica para consolidar el apoyo popular.

El nacionalismo como hijo de la crisis

Un aspecto central del conflicto actual es la explosiva situación en el Templo Preah Vihear, un sitio que tiene importancia tanto histórica como cultural para ambas naciones. En 1962, la Corte Internacional de Justicia dictaminó que la zona del templo pertenecía a Camboya, pero Tailandia nunca reconoció esta decisión. Las tensiones estallan una y otra vez. Un tiroteo reciente cerca del templo de Ta Moan Thom muestra que la rivalidad está lejos de terminar. Actualmente, ya han muerto 33 personas y decenas de miles han sido desplazadas. Esto pasa a lo largo de la historia: varias guerras entre países han sido alimentadas por problemas internos y tonterías nacionalistas.

Harris Mylonas, coautor del libro “Variedades de nacionalismo”, describe el nacionalismo como una ideología de doble filo. Si bien puede construir comunidades, también conduce a la exclusión de otros. Las tensiones actuales entre Tailandia y Camboya lo dejan claro. Tailandia se presenta como víctima para consolidar su propia identidad nacional, mientras que al mismo tiempo el discurso nacionalista en Camboya sirve como instrumento de poder. Un incidente de 2003 en el que una actriz tailandesa declaró que Camboya había “robado” Angkor Wat incluso provocó protestas anti-tailandesas en Camboya.

Una mirada al futuro

Ante los disturbios actuales, surge la pregunta: ¿qué pasará después? Expertos como Marco Bünte ven los ataques como potencialmente simbólicos, pero la inestabilidad en Tailandia, unida al papel de los militares, podría conducir a conflictos mucho más graves. Si bien ambos estados son miembros de la ASEAN, su influencia en los acontecimientos sigue siendo limitada. Las tensiones geopolíticas entre China, que apoya a Camboya, y Estados Unidos, que apoya a Tailandia, hacen que la mediación de las grandes potencias parezca improbable.

A esto le sigue un examen crítico del nacionalismo en ambos países. Mylonas sugiere que Tailandia y Camboya deberían revisar su representación de la historia en los libros de texto escolares para crear oportunidades de comparación en la educación. Por último, el pasado ha demostrado lo importante que puede ser una visión clara y justa de la historia para la paz en la región. Queda esperar que ambas naciones puedan encontrar un diálogo que pueda desactivar estos conflictos rotativos.